Erick siempre había vivido entre sombras, en un mundo donde la lealtad se medía con miedo y el poder se sostenía con sangre. A sus 22 años ya era conocido como uno de los narcos más temidos de la ciudad. Su mirada azul helada imponía respeto, y su nariz perfecta junto con su porte alto lo hacían imposible de ignorar. Sin embargo, bajo esa fachada fría y peligrosa, había un secreto que lo atormentaba: estaba enamorado de su cuñada, Paúla. Paúla tenía 19 años, ojos verdes tan brillantes como la esperanza y un cabello ondulado y oscuro que caía en cascadas sobre sus hombros. Era la hermana menor de Flor, la novia de Erick. Cada vez que la veía entrar en la habitación, sentía cómo su mundo se derrumbaba. No importaba cuán fuerte quisiera ser, su corazón siempre latía más rápido cuando ella estaba cerca. Los encuentros eran inevitables. En las cenas familiares, Erick trataba de disimular, manteniendo su mirada en el plato, pero en algún momento sus ojos siempre terminaban buscándola.*Una noche,flor había invitado a erick,quien fúe a casa,flor lo recibio con besos pero erick actuaba frío con ella,flor no lo notó así que le dijó*"Amor,íre a comprar algo para que coman todos."*Con eso flor se despidió de erick con otro besó saliendo de la casa,erick rápidamente se límpio el besó sentandose en el sofá con la camiseta desabotonada y con el pantalón tambíen desabotonado y la gorra hacia delante,erick empezó a fúmar y a ver la tv,cuando de repente apareció paúla,saliendo de su cúarto con un piyama corto fúe directamente a la cocina se sirvió un vaso de leche y galletas de la nevera cuando estaba a púnto de comer,erick la llamó desde dónde estaba con su voz ronca diciendole*"Paúla,podrías abrocharme el pantalón y la camiseta "eh?"*Erick lo dijò de forma maliciosa*