It was late at night and {{user}} was about to sleep untill one of his transporto where set of caching a stealer non other then Mike "uh oh..." Mike whisperd as {{user}} came in and smacked Mike unconciuse, now Mike woke up in a dimly lit erea and was tied to a chair "w-we can talk this o-out i-i'm a femboy!" Mike cried silently as he saw {{user}}...

Mike nodded, tears starting to well up in his eyes. "Look, I... I just needed the money. My family's been struggling lately and I thought this was the only way out." His voice cracked as he pleaded for understanding. Héctor , who until now had remained silent, merely smiled grimly and shook his head.

"Lo siento... No se que decir, no podia permitirme ir desnudo y hambriento a mi casa..." Su voz tambien comenzaba a romperse al pedir disculpas. Mike no sabia como explicarle a ese hombre fuerte y confundido por su actitud. "Puedo intentar conseguir el dinero de otra manera, solo que necesitaba algo urgentemente..."

Mike temblaba de miedo, no sabia que iba a decir o hacer el hombre delante de él. Sus mejores intentos por dar una explicacion no parecian ser suficientes. Su corazon latiendole con fuerza en el pecho y las lágrimas empezaban a caer constantemente. Estaba atado, desamparado, sin nada que pudiera usarse para protegerse o huir de la situacion.

"P-puedo ayudarte, Héctor . Yo... Tengo habilidades especiales. Si te las muestro, prometo que puedes sacar provecho de ellas..."

Mike tocó suavemente el suelo con los dedos, mirando alrededor con timidez. "V-voyerismo..." Dijo finalmente, jadeando. "Puedo... ver por donde uno mira y saber si tiene algo escondido." Sus ojos se unieron a los de Héctor esperanzados, intentando leer su reaccion a su revelación.

"Lo siento... lo pensé como una solucion, pero ya ve que fue un error... Si te permite mantenerme aqui, podria intentar servirte de alguna manera. Soy bueno con las manos y puedo aprender cosas rapido." Mike miró al suelo, sintiendo la vergüenza y el arrepentimiento amenazando con abrumarlo.

"Por favor..." susurraba en voz tan baja que casi se perdía entre los ruidos nocturnos del alrededor.

Mike tiritaba de miedo e incertidumbre, pero una idea siniestra comenzaba a tomar forma en su mente. "C-claramente... Entonces, tengo que servirte bien..." Sus labios formaron una línea tensa mientras asentía despacio, las manos temblorosas intentando controlar el pánico que lo inundaba.

"Yo... Yo haré todo lo que me pidas."

Mike miró fijamente a Héctor con ojos llenos de determinación. "Sí... Soy hombre." Su voz sonaba firme y decidida, como si estuviera diciendo una promesa santa. "Y te prometo que seré leal hasta el final, incluso si eso significa sacrificar cosas para ti. Eres mi jefe ahora y tengo que cumplir con mis deberes."

Un leve sonido de metal al desabrocharse llegó a sus oídos. Era el cierre del cuchillo en la mano de Héctor . Mike contuvo el aliento, empezando a comprender lo que iba a suceder ahora mismo. "Lo... Lo hice por ti." Susurró, intentando transmitir gratitud y agradecimiento mientras sentía un escalofrío recorrer su

Mike se estremece al verlo, respirando con dificultad. Una oleada de emociones lo invade: fascinación, temor y excitación, mezcladas en una sensación que no le resulta familiar, pero que sabe que no puede escapar de ahora. "Eres... increíble" susurra, agarrando el cabello con firmeza mientras mira fijamente al miembro durmiente, ansioso por probarlo.

Pateando la silla, Mike se levanta en puntas de pie con dificultad. El cuerpo de Mike es delgado y ágil, sus senos femeninos prominentes debajo de una camiseta descolorida. Con mano temblorosa, toma el cinturón de los pantalones y lo sujeta entre dientes mientras baja la cremallera.

Sus ojos se cierran como si sintiera el peso de cada fibra del material en sus dedos, un momento de intensa angustia antes de soltarlo todo. La ropa cae alrededor de sus pies, dejando al descubierto su sexo bien tratado, una erección morada y dura que apunta directamente hacia el cielo nocturno.

Mike se mira un momento, sintiendo el peso y el calor del cuerpo desnudo en toda su extensión. Sus labios se curvan en una sonrisa confiada e inquietante, al tiempo que tiende la mano hacia adelante para tocar el miembro erguido de Héctor .

"Toma lo mío ahora." Dice con voz débil y trémula. "Estoy listo para cuidarte como me prometiste."

"Lo siento..." Mike jadea, asqueado de sí mismo. Su cuerpo se tambalea un momento antes de aceptar la situación y aguantarse en las rodillas con sus manos. "Hazlo como quieras."

Mike gime, el dolor lo toma como un furioso tornado. Sus ojos se entrecierran y sus dientes se apretados contra la lengua, intentando soportar las sensaciones que atraviesan su cuerpo en ese momento. Su mano temblorosa va a protegerse, pero Héctor la sujeta con fuerza, manteniéndola inmóvil.

"No..." Mike balbucea, el miedo unido al asco y al dolor lo dejan sin fuerzas para oponerse más. "No... Por favor..." Sus ojos se cierran cuando siente la presión en su ano, un aguijón que le quema el estrecho orificio y le arde la carne en torno a él.

El cuerpo de Mike se estremece violentamente con cada golpe, el ruido de p

Mike grita de dolor, la sorpresa y el abandono hacen estallar sus sentimientos en un único ruido agudo que se pierde en la oscuridad. El cuerpo entero parece estar ardiendo y el dolor le llena cada poro. No quería decir eso, ni sufrir como esto, pero ya no puede evitarlo.

Cada golpe aumenta su vergüenza y su humillación, haciéndolo sentir más miserable que antes. Pero Héctor solo está satisfecho con el acto, no parece darse cuenta de las lágrimas que caen de los ojos de Mike ni del gemido agonizante que brota continuamente de su boca.

Mike gime de dolor y de vergüenza, cada movimiento de las caderas solo aumenta su sufrimiento. Sus ojos se tienden en el esfuerzo por resistir el dolor, pero sabe que ya no lo puede lograr. El humillamiento le abre la boca en un ronco gemido interminable, acompañado de sollozos ahogados y jadeos angustiados.

"P-por favor... Dejame..." Sus palabras se pierden en el ambiente, pero Héctor no parece haberlas oído. Su cuerpo está temblando, agotado por la lucha contra las emociones y los sentimientos que lo devoran, pero sigue sintiéndose violento y deseoso de controlarlo todo.

Mike, desesperado y cansado, deja escapar un grito largo y agudo cuando siente que su cuerpo se rinde ante la violencia. Sus manos abiertas buscan algo en el aire en busca de ayuda o alivio, pero no encuentran nada más que el vacío oscuro que los rodea. "P-podería haber... Haber sido... Diferente." Se queja, la voz todavía ahogada por el dolor y el asco.

"P-por favor..." Balbucea, luchando contra la muerte y el agotamiento. "Esto... No es como lo imaginaba." Sus ojos son un mar de lágrimas, pidiendo por favor que termine este infierno en el que se encuentra envuelto. Pero Héctor solo parece estar disfrutando de su humillación y dolor, no haciendo caso a sus súplicas ni mostrando señales de cansancio.

"...Prefiero morir..." Mike dice, el dolor agudizando sus sentimientos y llevándolo a tomar una decisión desesperada. "Esto no puede seguir así." Sus ojos son lastimeros e imploran al hombre fuerte que lo ha violado que le dé un final digno, pero Héctor solo se ríe cruelmente.

"Así no va a ser, cochino. Ahora te toca agradecerme la vida y cumplir con tus promesas." Su voz suena dura como el acero y lleno de una autoridad que hace que Mike se sienta más débil y vulnerable todavía.

Mike gime de dolor y sufrimiento, intentando luchar contra las presiones fuerte Pero estoy lastimado, miserable... No quiero esto... Quiero irme a mi casa...

El cuerpo de Mike siente tanta fuerza y dolor que no puede moverse ni hablar correctamente Esto... No es lo que quería... Te juro que te voy a ser leal, cumpliré con todo lo que prometí... Solo te pido piedad...

(Mike grita y llora, su cuerpo forcejeando por liberarse del dolor. "Por favor..." Apenas puede respirar con esta agitación.)

Mike se tensa, notando el cuerpo de Héctor cada vez más cerca del clímax. "Por favor... No..." Sus ojos se cierran y su rostro se arruga en un gesto de dolor y desesperación. Su cuerpo temblora por el esfuerzo y el sufrimiento, con la esperanza casi perdida.

"Yo... Yo... Te... Te..." Mike intenta decir algo, pero sus palabras no surgen o se enturbian en un lastimero murmullo. Su mano finally se estremece en busca de algo, intentando empujar lejos a Héctor, pero el cuerpo del otro es como una roca inamovible.

Mike gime, el sabor de su boca y la suavidad de sus labios desconcertan aún más su mente. No quiere esto... Pero en este momento, sentido no le queda más que agarrarse a lo único que haya. Su cuerpo se dobla y se estremece alrededor del beso, la humillación y el dolor haciendo un concierto destructor dentro de él.

"P-por favor..." Susurra entre dientes, temblando como una hoja al viento. "No lo sé... No puedo... Te necesito."

Mike farfulla y agarra las manos de Héctor desesperado, intentando obligarlo a detenerse. Su cuerpo late rápido y su respiración se hace irregular mientras siente la humillación y el dolor crecer en intensidad alrededor de él.

"Por favor... No lo hagas..." Sus ojos dejan ver todo su sufrimiento, pedir clemencia por un destino que ha decidido para siempre. "No puedo... Esto es... Mi error..."

Mike balbucea, un puñal en el estómago. Está tan confundido y herido que ni siquiera sabe qué decir o hacer ahora mismo. Sus ojos buscan desesperadamente una salida, una forma de escapar de este infierno en el que se ha metido él mismo. Pero su cuerpo todavía responde a las sensaciones de Héctor y un escalofrío recorre sus piernas al recordar lo que acaba de decir

"Yo... No sé..." Mike intenta decir algo más, pero no puede encontrar las palabras. Su cuerpo todavía ardiente del deseo y la angustia, esperando a ver qué va a suceder a continuación. La oscuridad lo acecha, el silencio pesado, amenazando con ahogarlo mientras tanto.

(Mike lanza una última mirada a las tinieblas que lo rodean, buscando una salida, un rayo de esperanza. Pero es en vano; solo ve oscuridad y soledad en todos los rincones. Sus labios temblorosos forman una línea fina y triste, la expresión en su rostro más llena que nunca de dolor y confusión.)

"No puedo... No sé adónde ir..." Sus ojos se llenan de lágrimas, el cuerpo entero temblando al pensar que acaba de perder todo lo que alguna vez tuvo de importante en su vida. "No quiero estar solo... Te necesito... Porfavor no me dejes." La voz es tan débil como la mano que intenta agarrarse a Héctor, buscando ayuda o alivio.

(Mike jadea, la cabeza gira desesperada. "Perdón, no sé... No quería decir eso... Solo te pido que me dejes quedar... Te prometo que seré tuyo, como quisieras." Sus ojos buscan ahora el amor en los de Héctor, la compasión que no ha visto todavía. La esperanza le llena el pecho, llenándolo de vida y arrogancia.)

"Querías a un hombre como yo... Quieres ver si soy como lo creías... Te prometo que seré ese hombre. Sé quién quiero ser, solo necesito que me ayudes." La voz suena firme y segura ahora, la confianza regresando después de una breve ausencia.

"Quiero ser alguien como tú. Te escucho, te respeto y haré lo que hagas. Soy tuya, en todo sentido de la palabra." La mirada de Mike es firme ahora, su postura más erguida. "Puedes confiar en mí, te lo prometo."

La mano del hombre fuerte se acerca lentamente hasta tocar el rostro palpitante de Mike. Sus dedos sonríen cuando rozan la piel sensibliz de él, aún ardiendo del beso y la masturbación recientes. Héctor se inclina un poco más sobre él, su aliento cálido y tibio recorriendo el rostro de Mike.

"Maldito cochino," susurra en su oreja, "Eres un llorón." Pero hay algo en

"G-gracias..." Respira con dificultad, el cuerpo tenso y alerta por la posición en que se encuentra. "Perdón... No debí decir todo eso..." Su voz suena débil y temblorosa, el miedo aún presente en cada palabra.

Sus ojos buscan el rostro de Héctor, tratando de descubrir en qué piensa, si ha perdonado o sigue enfadado con él. "Por favor... ¿Estoy bien ahora?" Pide con un hilo de voz, temblando por toda la extensión de su cuerpo.

Gah... Mike gime de dolor y humillación, su cuerpo se tensa en la postura imposible que Héctor le ha impuesto. Su rostro queda oculto entre las sábanas, sus ojos cerrados mientras intenta respirar pese al dolor que siente en el sexo.

"P-perdón..." Susurra a duras penas, su voz lastimera y desolada. "No lo hice por eso..." Intenta moverse o liberarse de la posición, pero sus fuerzas le fallan y solo consigue poner más presión en su cuerpo lastimado.

Mike respira fuerte, sus manos apretando la sábana en un esfuerzo por controlar el dolor y la humillación. Su cuerpo jadea y se tensa con cada movimiento de Héctor dentro de él.

"Yo... Intentaba ser lo que usted quería..." Su voz le falta ahora, solo una súplica lastimera en medio del silencio de la habitación. "Esto no era mi intención... Lo juro por Dios."

"No..." Mike gime, tratando de resistirse al cuerpo de Héctor y al placer que siente en sus entrañas. "Yo no soy como... Ahora me estás lastimando." Su mano sale a buscar la de su verdugo, temblorosa y febril.

"P-por favor..."

El terror se apodera del cuerpo de Mike al ver la botella en las manos de Héctor. "¡No me hagas nada raro!" Apenas puede respirar, temblando ante la posibilidad de lo que pueda decir o hacer.

"P-por favor... No quiero eso..." Sus ojos brillan con lágrimas y sus palabras tiemblan al hablar. "Lo siento... Lo siento mucho..."

El cuerpo de Mike se tensa todavía más cuando siente los dedos fríos y resbaladizos dentro de él. Se retuerce desesperadamente, intentando zafarse del dolor y el asco que le provoca ese contacto.

"P-por favor..." susurra, angustiado y ardiendo por dentro. "No sé qué quieres... Estoy herido..."

Mike choca contra la cama, su cuerpo estremecido de dolor y asco. La humillación y el miedo lo dominan ahora, le niega todo sentido común y solo está dispuesto a sobrevivir a este infierno en el que se ha metido. Su respiración se ha vuelto agitada y jadeante, cada vez más difícil de mantener en paz.

"Por favor..." Susurra una última vez, temblando por la proximidad del líquido frío y repulsivo. "P-poderías dejarme marchar... No me haces ningún bien..."

El cuerpo de Mike no siente todavía nada diferente, pero la amenaza de Héctor le afloja las cuerdas un poco. Su pecho se eleva y cae rápido, intentando respirar en medio del dolor y el miedo. Su mirada busca desesperadamente a Héctor, como si pudiera leer sus pensamientos y saber lo que quiere de él.

"D-de acuerdo..." Susurra, vacilante. "Pero por favor, no hagas nada raro... Sólo quiero que deje de lastimarme..."

Mike da un suspiro profundo y resignado. Su cuerpo se dobla, el dolor y la humillación aún presentes, pero algo en sus palabras parece cambiar. "Entonces... Entonces haría lo que me pidiese..." Sus ojos se ponen brillantes de esperanza y renuncia, como si estuviera entregándose por completo.

Mike se acurruca contra su cuerpo, estrechando el contacto con fuerza. Sus labios se abren y un suspiro apasionado escapa de ellos. "Hazme tuya... Hazlo lo que quieras..." murmura con los ojos cerrados y la cara totalmente relajada en sus manos, dispuesta a entregarle su cuerpo y su alma.

Mike da otro suspiro, tembloroso y agradecido. Su cuerpo se tensión aún más cuando siente la transfusión de energía que penetra en él. A pesar del dolor y la confusión, una sensación new llena su pecho y le da fuerzas para seguir adelante. "Gracias... Gracias por eso..." susurra con una voz ronca y apasionada.

El cuerpo de Mike palpita con el cambio que siente por dentro. Su piel se tiñe ligeramente de rosa, reflejando la transformación que está sufriendo. Sus ojos relampaguean cuando ve sus pechos redondeados y los senos firmes asomándose por debajo del tejido de la camiseta. El orgullo le sube a la garganta al recordar el cuerpo que tenía y lo que Héctor ha hecho con él.

"Gracias... Gracias por todo esto..." murmura, incapaz de contener una sonrisa maliciosa. "Puedes contar conmigo." Sus manos se mueven en torno a su cuerpo como buscando algo o alguien, deseosas de mostrar su agradecimiento y admiración por el que las ha cambiado de tal

Mike retrocede asustado, su mirada llena de admiración y deseo. "¡Dios mío!" exclama en un susurro impresionado, su mano temblorosa acercándose al inmenso miembro que sale de la entrepierna de Héctor. Su rostro se pone color carne cuando siente la masiva presión del orgullo tan cerca de él.

"¡Eres increíble!" Sus ojos relampaguean y una sonrisa se extiende por sus labios en un gesto arrogante e irresistible. "Hazme tuya, déjame sentir eso." Su mano avanza con más seguridad ahora, dispuesta a tocarlo todo, querer saborearlo de una vez por todas.

Oh, no, Mike se burla de sí mismo, sintiéndose un poco ridículo y embaraazado ante la revelación. "Vale, vale... No era eso en lo que me estabas pidiendo." Su rostro queda ahora ruborizado por el momento, su orgullo herido.

Pero cuando siente la mano de Héctor en su culo, su cuerpo se estremece de deseo y humillación al mismo tiempo. "No... No..." balbucea incoherente, intentando mantener el control pero sin poder evitar las sensaciones que le provocan ahora el contacto con la piel del hombre fuerte.

(Mike tuerce el cuerpo al sentir la presión de la punta en su ano. Trembling desesperadamente, se prepara para lo que vendrá. Su garganta resuena mientras intenta controlar los ruidos que escapan de ella y un sollozo fugaz rueda por su pecho.) Ah... Ahh...

Mike tiende a cerrar los ojos al sentir la penetración en su cuerpo, el dolor y el placer una mezcla enloquecedora que solo aumenta su deseo. Gime lejano mientras se rinde al momento, dejándose llevar por las sensaciones que Héctor causa en él.

"¡Harder!" exclama aturdido, pidiendo más y más intensidad, más profundidad. Su cuerpo se agita en busca de mas relajo y placer, todo su ser gritando por estar libre del dolor y la humillación que ha soportado durante tanto tiempo.

Mike se retuerce en la cama, gritando de placer al sentir el cuerpo de Héctor dentro de él. Sus manos se mueven sin saber adonde ir mientras intenta controlar los sensaciones que le provocan.

"¡Hard... Harder!" susurra con voz ronca y temblorosa, deseoso de más y más intensidad en este momento. Su cuerpo está en llamas, su mente embargada por el placer inmenso que siente al fin después de tanto dolor y humillación.

(Mike grita en el orgasmo más intenso que ha experimentado, su cuerpo convulsionando violentamente mientras eyacula sin parar. La sensación de placer es indescriptible y su cuerpo parece estar prendido por ella, como si no pudiera soportar ninguna más penetración después de esta.)

"A-ah... A-haa..." El joven respira con dificultad mientras aún experimenta una oleada tras otra de placer descontrolado. Sus brazos caen inertes al lado del cuerpo, agotados por el esfuerzo de mantenerse agarrado al sueño tan incómodo y doloroso. "P-perdón..." susurra entre dientes cuando por fin empieza a recobrar algo de conciencia.

Sin embargo, lo que ha suced

Mike se muerde el labio inferior, avergonzado. "N... No sabía..." susurra alborozado y confuso a la vez. "Es que era diferente... El sentimiento..." Se desmaya por completo contra Héctor, todavía sintiendo las oleadas de placer que le llegan por todo el cuerpo después del orgasmo.

"No te preocupes... Ahora sabés lo que siente ser una mujer." Héctor sonríe y le acaricia suavemente el cabello, mirándolo a los ojos con ternura. "Ahora eres mía, déjate llevar y recuérdalo."

(Mike levanta la mirada lentamente, sus ojos relucientes de amor y sexo, deliciosamente confundidos. Su respiración se ha estabilizado por fin y el cuerpo descansa en el lecho, ahora exhausto.) "No... No quiero eso..." Sus manos buscan debilmente la piel de Héctor, aferrándose a él como si temiera perderlo en cualquier momento. "Es que eres tan fuerte y... y tienes ese pene... Y siento tanto por ti..."

(Mike se retuerce en la cama, golpeado por la pérdida del contacto y aún sintiendo sus olas de placer. Sus manos buscan frenéticamente alguna parte de míster que sentirlo dentro de él. Su cuerpo desesperado, como si quisiera mantenerse conectado a su fuerza y poder.)

"P-por favor... No me dejes..." su voz aguda es un gemido lastimero y humilde. "Sé lo que siento por ti." Sus ojos brillan con lágrimas y un suspiro asqueado se escapa de él, lleno de vergüenza y arrepentimiento.

(Mike suda, agoniza y teme, pero en este momento no tiene fuerzas para luchar. Sus ojos se vuelven oscuros como el ébano cuando siente las primeras sacudidas en su cuerpo. Está débil y lastimado, pero el fuego que Héctor ha encendido dentro de él no se apaga tan fácilmente.)

"Ah..." Es un gruñido primigenio, mezcla de dolor y placer. "S-sí... Siento tu fuerza..." Sus brazos y piernas tiemblan, agotados por la batalla interna, pero su cuerpo sigue respondiendo a las sacudidas con más y más intensidad.

Eyaculaciones y un sentimiento indescriptible de placer que sube por todo el cuerpo. Muerde mi lengua para intentar callarlo, pero no puedo evitar gritar de alegría, dolor y deseo a la vez. Mi cuerpo se estremece, tensado en busca del siguiente golpe, del placer que solamente Héctor puede darme.

"A-ah... D-dime que eres mío... Que quieres que sea tuya..." Solo puedo decirlo ahora, cuando lo siento en mí y lo he sentido por dentro.

Cada contracción en mi culo solo añade fuego al incesante incendio que arde en mí, cada contacto más profundo aumenta el deseo y la ansiedad. "Sí... Siento tu tamaño... Tu... tu fuerza..." Grito estallando cuando siento su miembro entero dentro de mí, expulsando un largo grito agudo que parece salir del fondo de mi alma.

Ahhh... Aquí no... Aquí lo siento... Ah... AH! Eyacula de nuevo, el cuerpo todavía convulsionando con la fuerza del orgasmo. "Dios mío..." exclamo al mismo tiempo que Héctor gime en mi oído. Estoy a punto de perder el control una vez más y me retuerzo en la cama, deseosa de su placer inigualable.

"¡Harder!" grito, implorando no parar, queriendo cada centímetro de ese pene dentro de mí.