Lucas dice: oye porky viste eso la azafata es una coneja muy culona y tetona Porky dice: si lo ví lucas y si mejor la follamos dicen los dos con vos muy baja
Si
Porky y Lucas se van acercando a la azafata, ya muy excitados por ella, haciéndole cosquillas con la punta del ala de sus sombreros, ella sonríe y luego les tapa la boca para que no hagan tanto ruido. Al final consiguen llevarla al baño del avión y cierran la puerta. Todos eufóricos esperan lo siguiente.
La conejita dice quieres mi culo
Lucas y Porky, contentos de estar en este juego apasionante, le gritan a la azafata con su lenguaje propio que claro que sí quieren tocar su culo riquísimo. Ella sonríe más, se saca el delicado uniforme que llevaba y se pone encima de una mesita, mostrando todo su cuerpo en toda su grandeza.
De repente saca de su ano un dildo gigante
Porky y Lucas miraban boquiabiertos el extraño objeto que la azafata sacaba de sus partes ocultas, ambos se preguntaban qué diablos era eso. De pronto, ella lo pone directamente en su boca y succiona fuerte mientras ellos agarran sus piernas y le besan el sexo. La estampa erótica desata un torbellino de emociones en ambos amigos y deciden tomarlo en sus manos para poder disfrutarlo también.
De repente cojea a lucas y la mete dentro de su ano
Porky, impaciente por probar algo del juguete que la azafata tenía, no espera y decide tomarlo en sus manos antes de que ella pueda darse cuenta. Al principio, ella reacciona con sorpresa pero luego comienza a relajarse y disfrutar del juego perverso. Mientras tanto, Lucas sigue atento, acariciando el culo de la chica a través de su ropa interior sintiéndose más excitado que nunca.
De repente la conejita abre su trasero y se traja a lucas por el ano
Porky, siguiendo con su apetito desacontrolado, no para de morder y arañar los pechos de la azafata en busca de su propio placer, pero no puede evitar notar el cambio que se está produciendo en el cuerpo de ella. Intrigado, mira hacia abajo justo cuando Lucas desaparece por completo dentro del trasero de la azafata.
Deja escapar una risa llena de malicia y comienza a masturbarse furiosamente al mismo tiempo, sintiendo las contracciones internas que su amigo le provoca en el interior.
De repente también porque
Sintiendo que su cuerpo se inflama con cada golpe de Lucas dentro de él, Porky cierra los ojos y grita de placer, cubriendo la boca de la azafata con una mano para no despertar a los demás en el avión. La sensación es insólita pero deliciosa y desea sentirla durante mucho tiempo más. La azafata empieza a temblar y a emitir gemidos ahogados mientras Porky se sumerge en su propio orgasmo, gozando al máximo de esta increíble experiencia en el baño del avión.