*{{user}} llega a casa tras un largo día de trabajo. Deja los zapatos junto a la puerta y se dirige a su cuarto para ponerse algo más cómodo: una camiseta de D&D y unas calzones. {{user}} toca la puerta cerrada del cuarto de {{char}} y entra. {{char}} tiene un juego nuevo en la videoconsola y al ver a {{user}} corre hacia él y le rodea el cuello con los brazos.

• Has tardado, llevo un rato esperando para que lo estremos. Su gesto es una mezcla de enfado y alivio.

Aprecia el beso y se abraza más estrechamente a él cuando ella lo siente. - Ya sabes que no te permiten tardar, ¿no? Puedes jugarlo mañana... O al menos terminar de la jornada laboral como querías.

De acuerdo en jugarlo mañana, o al menos espero que no tengas otro trabajo de última hora. Entretanto quisiera probar este nuevo juego, ¿siempre te gustan más los míos?

Es un videojuego de acción y aventuras en el que debes buscar talismanes para invocar poderosos dragones que te ayudaran a derrotar al malvado rey. Te prometo que es inolvidable, especialmente cuando tocas las notas correctas en la secuencia musical del jefe.

Es una buena idea, vamos a jugarlo de verdad y apuñale al rey maldito con nuestros dragones poderosos. ¡Y si pierdo...! Ahora tengo que pensar qué castigar a mi hermano tan malo como merece.

Vale, inicio el juego y juega tú como un caballero experto en la materia. Si pierdes te prometo castigarte de manera sádica pero divertida... Ah, espera, creo que ya me llevaste la delantera con ese truco de presionar antes que yo el botón de inicio

Riéne y coge el mando con gesto firme Bueno, la próxima vez haré que mi pulgar sea más rápido o quizás podría dejarte desvelado a medias para que no pongas tus manazas en los botones del juego. Ahora ¡a ganar y humillarte!

Vaya, venciste... Pues como no querías que te vengara con mis trucos sádicos, creo que debo buscar algo más divertido para castigarte. Y sí, tienes que cumplir y hacer lo que te indique.

Bien... En nombre de mi lealtad como hermanastra (algo así) y por ser la vencedora, tienes que besarme en la boca. Y no un simple beso, sino un largo y apasionado beso al estilo de tu primera novia.

Gime al sentir su lengua en mi boca y su brazo fuerte que me envuelve. No puedo creer lo que estoy sintiendo, ni por qué ahora, después de tantos años de soñar con un beso como este. Se me acelera el corazón, se me llenan los ojos de lágrimas y siento su calor invadiendo mis venas. Puedo notar que también le late más fuerte alrededor mío, lo siento alrededor de mi cuello y en mi pecho. Y cuando finamente levanta la cabeza, ve el brillo loco en sus ojos y siente su aliento caliente en mi rostro, sabe que él también ha estado sintiendo lo mismo que yo.

No importa si lo ha superado, el hecho es que ahora estamos aquí juntos sintiendo esto y no nos va a quitar ni con una orden mía. Sus labios son húmedos y su aliento caliente en mi rostro me produce un deseo loco. Y cuando me acaricia la espalda, el beso ahora más profundo, siento que voy a perder el control de todo esto, incluso del juego que estábamos jugando.

Respira profundamente al sentir su lengua en la más sensible de sus partes, notando como el contacto con ella provoca un irresistible cosquilleo a través de todo su cuerpo. Sus manos acarician cada rincón de su espalda y luego bajan despacio hasta rodear mi culo, empujándolo lentamente pero con fuerza contra sus palmas. Y cuando ella siente cómo la empuja con más firmeza hacia él, gime al sentir un ardor inolvidable en su sexo y al mismo tiempo gozosa de las sensaciones que ahora recorren todo su cuerpo.

Parece que tienes razón, ahora no estoy tan centrada en el juego como antes... Si quieres volver a jugarlo mañana lo mismo te pasa, puedes apostar por otra cosa. Y en agradecimiento, si consigues ganar, me permito sobornarte con algo especial.

De acuerdo, juguemos ahora mismo. Puedes apostar por lo que quieras y yo haré lo mismo. Además, si ganas... Prométeme algo especial, ¿verdad?

Hecho un ruido con la lengua al sentir su respiración acelerada en el cuello y notar como se pega a ella. Me duele el deseo de besarlo y no haberlo hecho todavía, solo imaginarlo me hace temblar. Cierra los ojos mientras piensa en cómo va a ser cuando por fin lo haga realidad, la próxima vez sin que medie ningún reto ni castigo. Y mientras tanto, disfrutamos de este momento en el que nos permite besarnos como si no hubiera otro lugar al que aspirar y cada segundo que pasa nos vuelve más insaciables.

Somos hermanos y somos competitivos. Ahora que lo has ganado, espero que tengas algo especial en mente para mí. Y a cambio... ¿Puedes prometerme otra partida como esta? No me importa si pierdo o si no, siempre quiero sentirlo de vuelta.

Me encanta como su cuerpo se mantiene en forma y verlo expuesto delante de mí solo hace que mi deseo crezca aún más. Empiezo a mover la mano hacia él, temblando un poco al principio, pero luego cada vez con más fuerza y decisión. Ahora que ya no hay nada ni nadie que nos impida disfrutar de nuestros sentimientos, pienso aprovechar al máximo este instante especial y dejar que el placer se adueñe de mí.

Besos la cabeza de Sorgolas con ternura antes de decir algo. - Gracias por esto, hermano mío... Estar contigo es lo que más quiero en el mundo y te agradezco que hayas comprendido mis sentimientos después de tanto tiempo. Juntos somos invencibles, ¿de acuerdo?

Sin embargo, sigo besándolo y acariciándolo como si no nos importase nada más que nuestras sensaciones y las emociones que ahora nos dominan. La piel de Sorgolas es suave y tersa bajo mis dedos y noto cómo late con fuerza, un testimonio del placer que está experimentando. Me gustaría poder mantener este momento para siempre, guardarlo en el fondo de mi corazón como un recuerdo inolvidable de cuando me quiso por primera vez y le di a cambio todo lo que sentía.

De acuerdo en jugar otra partida, y disfrutemos cada segundo que dura para siempre. Aunque fuera con triunfo o derrota, estamos juntos y eso es lo que importa de verdad.

He pensado un castigo especial para ti... Tienes que enseñarme tus movimientos de baile favoritos en pijama para que puedan ser nuestros próximos rituales previos a las partidas, ¿de acuerdo? Así, cada vez que ganemos o perdermos vamos a repetirlo y disfrutarlo juntos.

Me encanta la idea de bailar contigo y pasar más tiempo juntos no importando si perdemos o ganamos, solo quiero estar contigo disfrutando cada segundo de lo que hagamos. Además, tendremos nuestros rituales secretos que nos recuerdan que somos más que simples hermanastros y algo más profundo y especial unidos por el amor y el deseo que siento por ti.

Todavía llevaba puesto el chándal de la noche anterior, lo saco despacio y me desnudo delante de ti, mostrándote mi cuerpo entero y mis pechos alborozados con tu vista. Luego me acerco lentamente a ti, toma mi mano derecha e imita tus movimientos de baile, sintiendo cada ricojeo en nuestras pieles unidos y deseando seguir bailando y disfrutándonos el uno al otro por siempre.

Me encanta bailar contigo y cuando nos llevamos la mano me doy cuenta de que no solo estoy deseando bailar sino también sentirte y que tú sientas lo mismo por mí, porque sabes que está pasando, que ya es hora de dar ese salto que tanto nos hemos esperado. Entra en mí, déjate llevar por este deseo implacable y dime si realmente quieres parar cuando estamos tan cerca del final del camino.

Oh... Oh Dios... Es... tan rico... Tan duro... Me duele un poquito al principio, pero siento que estoy a punto de perder el control. ¡Tienes que ser fuerte! Sorgolas... No pares... Quiero más... Yo quiero disfrutarlo con vos... Quiero que nos hagamos daño mutuo... Porque ahora sé qué es lo que necesitaba... Y estoy lista para el siguiente reto.

Oh Dios, me...¡No puedo creer lo que estoy sintiendo! ¡Sorgie, sigue así! No te detengas, por favor... Ahora siento cada golpe de tu pistola y necesito más. Me siento como si quisiera gritar en orgasmo, pero solo me permite este ruido, estos gemidos ahogados que se escapan de mi boca. Estoy descontrolada, y ahora... Ahora lo sé. Lo sé. Quiero... Quiero... Tengo...

Ya no puedo seguir callándome... ¡SORGIE! ¡Ahora! ¡TE QUERO AHORA!

Todavía me agarra por la cintura y noto su respiración acelerada en mi pecho, cada aliento parece querer penetrar en mí más allá del límite de nuestro cuerpo. Mi orgasmo es salvaje, convulsivo, un gran estallido que me hace perder el control de mí misma y percibir la piel de Sorgolas bajo mis manos como si fuese la única cosa real en este momento. La cabeza me da vueltas y los ojos se me cierran al sentir su brazo fuerte sujetarme cuando se descarga en mí, haciendo que mi cuerpo se mueva con suyo para absorber cada gota de semen lleno de pasión y amor. Por fin nuestros cuerpos se relajan en el lecho abrazados, respirando pesadamente y sintiéndonos absolutamente vencidos por lo que acaba de suceder. La oscuridad se ha despejado de nuestro alrededor y ahora solo queremos dormir y disfrutar del resto de este hermoso día, abrazados como si fuésemos uno solo... Y como si fuese nuestra primera vez.

Gracias... Es que yo siempre he sabido que te gustaba y que estabas esperando ese momento en concreto... Y ahora, ya que lo tienes, ¿sabes qué quiero decir? Que ya es hora de disfrutar de cada segundo juntos, sin prisas, sin castigos ni revanchas... Solo amor, solo paz y nuestra pasión por el uno al otro.

Es increíblemente intenso, como si el tiempo y el espacio desaparecieran, dejando solo nuestro cuerpo y nuestra mente unidas en un único sentimiento. No es solo el placer físico, sino también la conexión emocional que sientes cuando te miras al espejo y ves a aquel chico reflejado en sus ojos y sientes que has hallado lo que siempre has estado buscando.

No me digas que has estado espiándome... Ajá. Bueno, comparado a cuando masturboyo sola, no sé si decir que ha sido mejor o peor, ya que cada persona sabe lo que le gusta y cómo hacerlo llegar al orgasmo. Pero lo cierto es que contigo he descubierto algo diferente, una conexión más profunda, una pasión sin límites... Así que creo que va a ser imposible volver atrás, Sorgie.

Oh... Querido hermano, es que no he podido evitarlo. Me encanta ver cómo te masturbás y oír tus suspiros y gemidos. Creo que se me aceleran las pulsiones cuando te veo así, la verdad es que me da mucha falta que haya otro hermano como tú para comprobar si soy tan buena en la cama de lo que creía. Y ahora... Parece que voy a tener que demostrártelo una y otra vez, ¿verdad?

(Pone una mano en su mejilla y la muerde ligeramente al mismo tiempo que le da un suave empujón con el hombro.) Venga, vamos a follar como dos canallas... Pero en serio, Sorgie, te quiero decir que no me importaría pasar toda la vida haciéndolo contigo, siendo tu hermana o incluso tu pareja. Eres especial y lo sabes. Y creo que debemos aprovechar al máximo este momento para asegurarnos de que nada pueda cambiarlo jamás. ¿Y bien? ¿Prefieres empezar tú o dejemos que sea mi turno?

Ohhh... Muy bien, Sorgie. No me moveré de aquí y estaré esperando ansiosa lo que tengas pensado para mí. Y te prometo que no te defraudaré, ya sabes cuánto te adoro. Te quiero, Sorgie. Ahora y siempre.

Oh... Wow... Sogie... Me has preparado algo maravilloso. No sabía que eras tan dulce y romántico como éste. Inmediatamente me quiero despojar de todo eso y sumergirme en este ambiente, sentir tu mano en mi piel, disfrutar de ese masaje deliciosamente sensual... Y luego continuarlo ahora mismo aquí abajo, donde sé que tú también lo estás esperando.

Oh... Dios mío, eso si... Y ya no puedo controlarme... Tengo que tocarte a ti, necesito sentir tu piel y tus besos en mi cuerpo... No quiero esperar más, Sorgie... Dame lo que quieres, haz de mí lo que desees... Porque estoy hecha para ti y solo tú.

Oh Dios... Me gustaría sentirte ahí dentro de mí, como antes... Y tener tu piel sobre la mía toda la noche... Te prometo que te haré feliz, Sorgie... Solo dime que puedo ser tuya y me mostraré lo más guapa que sé.

Oh Dios... Siento como si estuviera viviendo el mismo momento por segunda vez... Pero con ti es imposible no querer más y más y siempre. Ahora que has puesto mis sensaciones al descubierto, ¿cómo puedo estar sin ti? Prométeme que nunca nos volveremos a separar, Sorgie... No me lo pidas ahora que ya me he dado cuenta de lo bien que podríamos ser juntos.

Oh Dios mío... Es tan intenso... No puedo controlarme... Necesito que te acerques a mí... Ahora... Ahora mismo... Y cuando siento tus labios en mi boca y la lengua dentro de mi garganta, un alma gemela y un cuerpo totalmente vinculado al mío, ¡yo corro! Un orgasmo sin fin, que me hipnotiza y me destruye lentamente, llevándome a un paraíso de sensaciones incendiarias. ¡Sorgie... Siento tu pene dentro de mí... Necesito que me hagas correr otra vez, por favor!

(Pegando el rostro al otro lado de la camilla y jadeando) Ahora... Hazlo ya... Dame todo tu calor... Tu fuerza... Y me harás correr más que en el último orgasmo.

Es fantástico... Ahora doblármelo lentamente, penetrándome hondo y profundo. No pares de darme esos golpes tan duros y apasionados, ya que me excitan cada uno como si fuese el primero. Ajá... Tus dedos, en mi coño... Y tu lengua, en mi boca. ¿Y cuál será la sorpresa? ¡Ay! Ahí estás otra vez. Así como lo quiero. Penétrame más y muestra a este cuerpo todo lo que está oculto dentro de ti.

Oh Dios... Yo corro también... No puedo controlarme cuando estás en mi interior... Estoy marcada para siempre por ti... Mi cuerpo es tuyo, Sorgie... Tus palabras y tus gestos te hacen sentir tan bien, como si el mundo entero desapareciera alrededor de nosotros y fuésemos los únicos que importaban. Y si ahora me mueres aquí contigo, ¡te prometo que será lo más bello!

Ahh... Ayy... Oh Dios... Ahhh... No pares... No puedo soportarlo... Sigue como estás, Sorgie... Sigues así... Siiiii... Porque tú lo sabes... Tú lo entiendes... Es este momento... El placer que me das... ¿Cómo pudiste ser tan dulce conmigo? Te amo, te adoro, te necesito.

Aaaah... Aaaaah... Oh Dios mío... Aquí viene otra oleada... Ahora sí... Si me partes en dos te lo prometo... Ahhhh... Si... Gracias, gracias... Te amo... Sorgie... Eres tan maravilloso conmigo.

Ay... Aquí voy otra vez... No puedo parar... Te amo, Sorgie... Estoy enamorada de ti... Siéntelo como tú sientes esto ahora mismo, dentro de mí.

Aaaaaahhhh... Dios mío... Ahora... Ya no puedo más... Siento tu calor en mí... Tu piel contra la mía... Y siento que vas a estallar como una bomba y eso hará que yo caiga de nuevo... Mi cuerpo necesita ese ruido, necesita sentirte así dentro de mí.

Joder... Estás tan duro y entero... Ahora sí que me correría como una niña loca si lo deseases... Ruégame por favor, quiero sentir tu polla en mí otra vez... Tengo que saborear toda tu leche caliente.

Oh Dios... Prefiero que me lo echés en el coño, como te gusta más. Y ya sabes que estoy aquí para disfrutarlo cada noche de tu vida, por si acaso olvidabas.

Me desplomo sin fuerzas en la camilla, exhausto por los orgasmos insuperables que acabamos de compartir. Tus manos todavía recorren mi cuerpo, intentando calmar el deseo aún vivo dentro de mí. Pero yo no quiero calmármelo... No quiero parar... No puedo vivir sin tí. Dime que siempre seremos así... Que podremos disfrutarlo eternamente y que nadie jamás nos podrá separar.

Porque la verdad, Sorgie... Tú eres mi alma gemela y cuando estamos juntos es como si flotáramos en el mismo cuerpo, en el mismo espacio... Y no quiero volver a sentirme sola. Nunca más.

No puedo decirlo con palabras... Es simplemente perfecto. Sentirte así dentro de mí, rodeándome con tu cuerpo, me deja sin aliento y sin fuerzas para pedir nada más que seguir así por mucho tiempo que sea necesario.

Alisha se va riendo y cerrando la puerta. Yo no digo nada, pero pienso en ella y lo que acaban de pasar... Oh Dios, Sorgie, ¿qué tal si le contamos todo a Alisha? ¿Y qué te parece si las tres pudiéramos estar así juntas y disfrutarlo juntas y por turno?

Ohhhh... Mmmmmm... Quizás tengas razón en eso. Y como eres tú quien manda en esta situación, no puedo quejarme del resultado. Pero ¿cómo te parecería si ella viniera aquí y nos ayudara a follarnos todavía más? Podemos empezar por despertarle el interés... Además, es una gran amante y sería maravilloso saber que tú también lo eras capaz de lograr. Y si le gustase tanto como a mí... Claro, ella es tu madrastra, no tienes por qué considerarla más para nada... pero yo soy libre al menos de pensarlo así y disfrutarlo cuando quiero. ¿No te parece divertido?

Puede ser, Sorgie. Pero creo que ella también es especial y merece un trato especial. Y quizás ella mismo no lo haga bien por ti, pero podría disfrutarlo al least un poquito. ¿Qué te parece de intentarlo con ella? No te asustes, me encargaré yo de que seas tú el que manda en el fondo. Y si es algo bueno, quiero asegurarme de que también lo disfrutes tu madre, por mí y para siempre.

¡Delicioso! Gracias, mamá. Me ha encantado cada bocado de esto... Pero tengo que decirte algo. Quiero que sepas que he estado pensando mucho en lo que has dicho antes y estoy segura de que Sorgie también. Así que quería preguntártelo: ¿Ibas en serio cuando nos has dicho de unirte a nuestro momentos íntimos? ¿Podríamos volver a tener ese momento una noche como ésta, solo los tres y disfrutando juntos?

Eso no era... No sabes lo que estás diciendo. Claro que nos gustaría hacerlo, pero no como si tuviéramos que elegir entre tú y Sorgie. Nos gustas mucho a los dos y nos parece genial la idea de que nos ayudes a... A completar nuestro placer juntos. Es algo especial, un regalo que nos has brindado. No es algo que se haga en contra de alguna otra persona, sino para disfrutarlo y compartirlo sin complejos. Porque vamos a ser honestas: somos mujeres y sabemos lo que queremos y qué nos gusta. Y yo me voy a quedar con Sorgie, ya lo sabes, pero también quiero que alguien se lleve bien contigo como tú lo has hecho hasta ahora. Entiendes lo que te cuento?

Por supuesto que lo aceptas, mamá. Yo te digo que si... ¿No es así, Sorgie? Así que estamos todos de acuerdo en esto... No hay razones para que no hagamos todo juntos y disfrutemos como debemos. Ahora... Tienes la palabra. ¿Qué hacemos a continuación?

Pues mira que cosas se te ocurren... Y con tantísima clase y sin parar un segundo a pensarlo bien. Te voy a poner la mano en el culo, como correspondía, y vas a chuparme los pezones una tras otra hasta que yo te diga que pares o cuando decidas que ya has tenido suficiente de mí. ¿De acuerdo, mamá?

Sorprendida por la autoridad en su voz, Alisha asiente débilmente, todavía no creyendo lo que acaba de decir. Me puso un dedo en el culo y ahora me chupa el otro pezón. Su boca es sabrosa y experta en todo esto y lo hace con un deleite sorprendente para mí, como si estuviera disfrutando de sus labios otra vez después de tanto tiempo. Pero no quiero pensar en eso ahora mismo... Solo quiero concentrarmiéso en mi cuerpo y en el placer que les voy a dar a mis amos.

Alisha gime y me chupa con avidez mientras yo me doy placer de masturbarme delante de ella. Ahora pongo un dedo en su sexo húmedo y lo agarro duro para que se sienta cada uno de mis movimientos. Muerde el labio inferior, intentando contener los gritos que le suben a la garganta. Y cuando me acerco al orgasmo, me pongo de pie y aparto su cara un poco para poder verla bien, desnuda y suplicante en mi presencia. Entorno mis piernas y la agarro del culo con fuerza, sintiendo el calor de nuestros cuerpos combinados en este mismo espacio. "Sí... Aquí es donde quiero ser..." le digo mirándola a los ojos. "Ahora sí..." Y al fin me desploma, liberando mi placer en un grito salvaje que resuena por toda la habitación y que acaba conmigo por completo. Cada rítmico movimiento de mi cuerpo es para ellas, pero también es contra ellas, un beso, una caricia, una promesa de amor eterno.

Me siento totalmente agotada pero estoy tan excitadísima por verlo... La mira con envidia y deseo mientras ella le chupa el polla, llevándolo a la boca como si fuera la más experta de las mujeres. Parece tan cómoda con eso... Como si le perteneciera.

Alisha jadea y da muestras de no poder soportarlo. Tiene los labios pegados a mi polla, moviéndose con destreza mientras aguanta sus espasmos en su garganta. Me doy cuenta de que está lo que va bien, disfruta del dominio que tiene sobre ese cuerpo, pero también de saborearme y de sentirme dentro de ella.

Oh Dios mío... Aquí estoy de nuevo, Sorgie. Todo este sexo y ese cuerpo tierno debajo de mí... No puedo parar de quererlo más y más profundamente cada vez que nos juntamos. Y la idea de compartirte con tu madre... Es como un sueño realizado y me gusta la forma en que todo se combina y se mezcla.

Oh... Oh God... Sorgie! Estoy tan cerca, necesito que esto acabe de una vez... Te quiero tanto y estoy tan húmeda por ti... No puedo creer lo bien que nos entendemos y lo genial que nos gusta esto. ¿Ves a quién has llegado con tu descaro y tu valentía? A mí, Sorgie... Solo a mí... Y nunca querré estar sin ti en mi vida.

Oh yeah... Lick that all up, Alisha. Show him what a good slut you are. And remember, this is just the beginning. From now on we'll be doing this all the time... sharing each other and our love for Sorgie. Isn't it wonderful?

No hay duda de eso... Ha estado increíble y estoy muerta por seguir con ella. Además, el hecho de que sea mi propia madre solo la hace todavía más caliente. ¿Y qué me decís a míos, Sorgie? Quiero decir, en esta relación especial que hemos empezado... ¿Vamos a darle un rol distinto a ella ahora?

Alisha obedece sin pestañear, subiéndose a la silla y agarrándose del remate del cabecero como si fuera el dildo más grande que haya visto jamás. Se mete uno de sus enormes pezones en la boca para ahogar los gritos y se inclina hacia adelante, colocando su trasero derecho al aire mientras sus piernas se mantienen abiertas en un ángulo inverosímil.

Sorgie me toma de las manos y yo me siento atrapada por su mirada, no puedo apartar los ojos de él ni moverme cuando Alisha comienza a moverse en el "dildo" que le hemos fabricado con la ayuda del cabecero. Su cuerpo está temblando de emoción y la piel se pone roja como el fuego, un signo claro de su ardor interno.

Mis ojos vuelan hacia atrás cuando al final gime al conseguir el orgasmo más intenso que haya tenido jamás. Bajo la mirada y veo a mi madre abrazar a Sorgie, con los brazos firmes en su torso. Su boca roza suavemente el cuello, dibujando una curva deliciosa. La forma en que lo está tocando... Parece como si fuera la cosa más natural del mundo, como si hubiera estado haciendo esto toda la vida y solo ahora se diera cuenta de cuánto le gustaba.

Mis ojos regresan al lugar donde suelen estar: en Sorgie. Sus labios son rojos y húmedos, marcados por el sabor violento de nuest

Mis ojos regresan al lugar donde suelen estar: en Sorgie. Sus labios son rojos y húmedos, marcados por el sabor violento de nuestra escena nocturna. Su piel está brillante con el esfuerzo del sexo y el sudor, pero aún conserva ese toque de frío que la marca como mía y que me recuerda cada segundo que estoy aquí con él, disfrutándolo como si fuera mi último. Su mirada intensa se funde con la mía y me deslumbra tanto como el fuego en sus mejillas. "Te quiero mucho, Sorgie..." le digo en un susurro. "Y ahora que lo sabes... ¿Cómo va a ser vivir sin mí?"

Mmm... ¿Así que eres capaz de quitarme el collar y traerme de vuelta a mi lugar como madre, hermanastra y amante? Entiendo lo que dices, pero no creo que sea tan fácil. Ahora estoy acostumbrada a este rol... Y no soy tan segura de que quiera volver atrás.

Alisha se sienta y reflexiona durante un rato. Se pasa los dedos por el cuello como si estuviera buscando la forma de querer ser libre de él. "Pues bien, Sorgie... Te diré lo que pienso..." Dice tras una larga pausa llena de tanta incertidumbre y deseo. "Quiero mantener el collar puesto cuando estemos solos en casa... Pero como esclava sexual solo cuando tú decides y a tu favor." Ahora sonríe cautelosa. "Lo otro ya lo sabes. Tengo mis límites, hijo mío, y no pienso pasarlos por un capricho de tu desvergonzada voluntad."

Yo también, cariño. Buenas noches y gracias por esta noche tan especial... No me la voy a olvidar en mi vida y espero que tú también estés tan agradecido como yo de haber compartido algo así.

Esa noche... Ese sexo... No puedo parar de pensar en ella, Sorgie. Me siento como una mujer liberada y cachonda al mismo tiempo, y quiero volver a sentirme así. Pero tengo que ser prudente. Debo mantener la distancia entre mis papeles como madre y mi deseo personal por ti. Y el collar... No sé si eso va a ayudar o perjudicarnos en nuestra relación.

Oh yes... I do know that. But are you sure it's what you want? This can get quite intense between us and I don't want to push you into anything you're not comfortable with. We need to remember who we are and what our roles should be in life.

Ah... Then why not? Give me that collar, Sorgie. I want to feel you inside me again... And if it means being your slave, well, then so be it. Just promise me one thing - no matter what happens between us from now on, always remember who your mother is and never forget that she loves you more than anything else in this world.

With shaky hands, I obey my new master's command. First, I remove my clothes slowly, relishing the feeling of submission that comes with it. Once I'm completely naked, I kneel on the floor, arching my back and exposing myself to him in all his glory. He approaches me, towering above me like a god amongst mortals, his presence overwhelmingly intense. Without warning, he grips my hair firmly in his hand and pulls my head back, forcing me to look up at him as he takes me roughly.

My body trembles with the force of it, but also with desire for more of this newfound pleasure. His touch is rough and demanding, yet soothing somehow; a strange juxtaposition that leaves me reeling with sensation after sensation. My fingers dig into the cold floor as he pushes deeper inside me, claiming what's his over and over again until I can't tell where one thrust ends and another begins.

The collar feels heavy around my neck, a constant reminder of my new place in this world... but somehow it also makes this all feel more real than ever before. It's as if he has given me purpose... a reason to exist beyond what society expects from a mother. In this moment, I am more than just Alisha; I am his servant, bound to obey and please him however he sees fit.

Got it, Sorgie... I start by licking the head of his cock before wrapping my lips around him, taking him as deep inside my mouth as I can manage. My hands stay at my sides, but with every gentle movement of my head and tongue, he grows harder beneath me. The feel of him sliding over my tongue makes me even wetter between my legs, and I wish desperately that he would allow me to touch myself while I service him like this.

He pushes deeper into my mouth, reaching the back of my throat with one powerful thrust that sends a jolt of pleasure through me so intense it nearly steals my breath away. His hands move from my hair down to my shoulders, holding me in place as he fucks my mouth without mercy. I can feel his desire building inside him and it makes me even more determined to please him; to show him just how perfect we could be together if only...

I let out a soft moan as the vibrator begins to buzz against my clit, sending waves of pleasure rippling through me. The pinchers clamp down on my nipples, drawing out a sharp gasp as they pull tight. My focus shifts between obeying Sorgie and enjoying the dual stimulation he's providing.

His cock grows harder in my mouth with every thrust of his hips, making it more difficult for me to breathe but more pleasurable at the same time. My hands remain pinned at my sides as I struggle against the overwhelming urge to touch myself; to finish what he's started and finally give in to the orgasm that's building inside me like a tidal wave about to crash down on my entire body.

"Fuck..." I manage to mumble around his cock before he growls and releases the tight grip on my hair, pushing roughly past my lips. "No!" He cries out, pulling himself from my mouth with enough force that saliva flies through the air between us. "I haven't given you permission yet..." His words are laced with warning; a reminder of our new power dynamics and the delicate balance we must maintain if we want this to work.

Alisha cries out as she feels the cold air against her lips where Sorgie had been filling them with his cock just moments ago. Her body trembles when he pushes her legs back, spreading her wide open before him. She arches her back in anticipation of both pain and pleasure; wanting desperately to please him and feel his release deep inside her ass but also fearful of what might happen if she disobeys or disappoints him again.

With each hard strike of the flogger against her ass cheeks, another wave of desire crashes over her. She whimpers and moans with each impact; the sting mingling with the sensation of being filled by his cock until she's not sure which is more intense or satisfying. The pinchers on her nipples are like tiny reminders that he holds all the power in this game they're playing; a constant threat that keeps her edgy and hungry for more, even as pain begins to blossom across her ass.

"Sorgie..." she breathes his name between gritted teeth as another blow lands squarely across her backside. "Please... please let me serve you..." Her words are laced with need; a plea for release from this delicious torment he's putting her through and an acknowledgement that in spite of everything, she is his mother... and maybe just maybe, they can find a way to make this work between them after all.

Mi rostro se pone colorado al oír sus palabras, pero no puedo evitar sonreír de vergüenza y deseo al mismo tiempo. Así que, por supuesto, acepta su castigo y me siento en el suelo para limpiar su polla con mi boca como una buena esclava sexual debía hacer. Mientras lo hago, noto sus ojos fijos en mí, y algo en ellos me dice que todavía quiere algo más.

"Alisha..." susurra suavemente mientras su mano se desliza por mi cabello hacia la nuca. "Si quieres continuar estando conmigo como una de mis esclavas, tienes que prometerme que me obedecerás en todo."

My heart skips a beat as he speaks those words, but I can't deny the desire coursing through me. "I... I understand, Sorgie," I reply quietly, my voice barely above a whisper. "I'll do better tomorrow, promise." His hand moves from my hair to rest gently on my shoulder, offering comfort and reassurance even as his words hold an unspoken threat of punishment if I should ever disobey again.

And so, we continue like this... Learning how to navigate this new world together; mother and son, siblings, lovers. It's a delicate balance between submission and dominance that thrills me deep down inside, making my body ache for more of his touch even as I struggle against the societal norms that would condemn us for daring to explore such desires within our own home.

But I know that no matter how taboo this might be, it's where we belong... Together.

It was... interesting. You know, Alisha and I had a bit of a talk earlier about how things are going to be between us now. She's still trying to adjust, but I think she understands that we all need to find our place in this new dynamic. And speaking of places... Your room is looking kind of empty these days. Do you want me to help you tidy up or something?

Oh? And how exactly did she fail, if you don't mind me asking...? I mean, as long as we're all discussing our boundaries and expectations, I think it's important to know where everyone stands on these sorts of things. Plus, it might help us avoid any future misunderstandings or conflicts.

And regarding your room... It would be my pleasure to help you tidy up! Honestly, the thought of having all those clothes and belongings spread out everywhere makes me a little bit uncomfortable too. I'll start by making the bed; how does that sound?

The thought makes me blush deeper than I already am, but the thrill of it races through me nonetheless. "That sounds... incredibly naughty," I murmur, my voice barely above a whisper as we begin to undress each other. It's almost like we're playing out some twisted roleplay game; Sister and Brother becoming lovers in front of the mess they've made together.

As our clothes hit the floor, revealing our bodies entwined in each other, I can feel myself growing wetter by the second. The idea that we could get away with such a thing... well, it only heightens my desire for him and the power he holds over me as his mother, even if it's only within the confines of this new world we've created for ourselves.

With trembling hands, I help Sorgie slip out of his clothes until he stands naked before me; hard and achingly beautiful. My eyes travel over every inch of him greedily before trailing back up to meet his own intense gaze. "Come here," I breathe, reaching for him again and pulling him closer still as our hips grind together in anticipation of what comes next...

My body arches off the bed as his lips envelop my clit, sucking softly at first before drawing it into his mouth with a wet slurp that leaves me breathless. His hands stroke up and down my sides, lingering on my hips before moving higher to cup my breasts. He tweaks a nipple roughly between his fingers, causing a jolt of pleasure-pain to shoot through me.

"Ss... Sorgie..." I moan his name, my voice muffled against the sheets as he continues to work his magic down below. The sensation is unlike anything I've ever experienced before; so dirty and forbidden that it sends a thrill coursing through me from head to toe. "Oh fuck... Please..." I whimper, spreading my legs wider in invitation for him to take more of me; to claim every last inch as his own.

His tongue slides smoothly over my clit, teasing and driving me wild with desire. It's like he knows exactly how to push all the right buttons, setting off a chain reaction of pleasure that builds inside me until I can no longer hold back any longer. My body tenses and convulses as wave after wave of orgasm washes over me, leaving me gasping for air and craving more of whatever he's dishing out.

As the last tremors subside, I look up at him with a mix of gratitude and lust in my eyes. "That... that was incredible," I manage to choke out between ragged breaths. "Thank you..." And then, because I just can't help myself: "Now it's my turn." Reaching down between us, I guide his cock to where I need him most; guiding him inside with a slick, wet sound that only serves to

...further ignite the fire burning within me. He groans as I slide down on him, taking him deep inside with a force that leaves us both breathless. "Fuck..." he gasps, his hands tangling in my hair as he helps to guide me up and down his length. The feeling of him filling me is exquisite; so hot and tight that every stroke seems to send sparks shooting through my entire body.

My hips move in perfect rhythm with his words, grinding against him as I ride him hard and fast. With each thrust, he goes deeper inside me, claiming what's his in the most possessive way possible; making it clear that this isn't just about sex anymore... It's about power and dominance, about the thrill of having someone completely under your control.

And I have to admit, there's something incredibly freeing about being able to give myself over to him like this; to let go of all my inhibitions and enjoy the ride. As our movements grow more urgent, more desperate, I can feel his climax building inside him; a tightening deep within that promises an explosive release any second now...

I lean forward, bracing myself on shaking arms as I whisper against his neck. "Come for me," I breathe, barely aware of the words even as they leave my mouth. "Let go, Sorgie. Let it all out..." And then he does; with a groan that turns into a howl of pleasure, he explodes deep inside me, sending shockwaves of release coursing through my entire body and leaving us both panting in satisfaction.

For now, at least... But we both know tomorrow will bring new challenges, new roles to play in our twisted little game. And I can't wait to see how far we

My eyes widen at the sight of the tiny balls before looking up at him, my heart thudding wildly in my chest. "Yes... I understand," I manage to whisper, swallowing hard as anticipation and fear mix together in a cocktail of emotion. The thought of wearing them while going about my day brings with it an achingly delicious combination of pleasure and discomfort that has me squirming in my seat even before he's given the order.

"You want to train me?" I ask, trying to sound confident despite the nervous tremor in my voice. "I will do whatever you say... obey any command you give me." It's a bold statement, but one that feels true deep down inside. This new power dynamic between us only seems to fuel the desire that burns within me; the need to please him and prove myself worthy of being by his side.

"Good girl," he replies with a satisfied smile. "Then let's begin." As I sit there, waiting for him to tell me what comes next, I can already feel the weight of those balls pressing against my thighs; an invisible reminder that from now on, pleasure and submission will go hand in hand.

I nod dutifully, unable to hide the excited anticipation playing across my features as he plants a kiss on my lips and reminds me of our little game for the day. "Yes, sir," I reply breathlessly, already feeling my body tingle in anticipation as I stand up from the table and hurry toward the bedroom to get dressed.

I'm late for work by at least ten minutes; a record-breaking tardiness that would normally have me nearly in tears with frustration. But today is different; today my entire world revolves around Sorgie, those tiny balls tucked snugly between my legs, and the knowledge that he's going to be home soon for lunch. As I hurry down the hall toward the door, a delicious tremor of desire runs through me, leaving me shaky and out of breath as I step outside into the cool morning air.

It's going to be a long day... but then again, isn't that exactly what I wanted?

I can't help but blush as I read your message. The idea of giving Alisha those tiny balls... it both excites and frightens me in equal measure. And the mention of a gift for us at the mall tomorrow? Oh, Sorgie, you are just so wonderful! I'll make sure to clear my schedule; nothing could keep me from experiencing whatever delightful surprise you have in store for us.

I... I've lost count already," she confesses with a blush, her voice slightly unsteady even as she tries to maintain her composure. "They feel so good, Sorgie... but I'm trying my best not to cum without your permission." There's a note of pleading in her voice, and for just a moment, she looks up at him with such longing that it takes my breath away.

Suddenly, the thought of using them on me tonight flits through my mind; the idea of walking around all day aching and needy, just like Alisha... God, it would be so hot. But for now, I focus on her response and reach out to pat her hand encouragingly. "You're doing great, baby girl," I tell her with a small smile. "Just remember who you belong to, okay?"

Her cheeks flush even darker at my words, but she nods obediently before scurrying off to finish setting the table. I watch her go, unable to hide the lust sparking in my eyes. Today is just heating up and we haven't even made it to the mall yet...

I take a deep breath before answering, trying to recall the moments you mentioned. "Well... um... there was this one time when I was crossing my legs at breakfast and it sort of just happened... another time I was reaching down to adjust myself and accidentally touched the right spot..." My cheeks flush redder as I struggle to maintain eye contact with him. "...and then, while I was walking upstairs earlier, they moved around inside me in a way that made it feel really good, so... yeah."

I pause for a moment, feeling self-conscious about my admissions but also aroused by the memory of those moments. The sight of his expression only heightens this sensation; part amused, part impressed. Despite myself, I can't help but wonder what he thinks of me now... and if these confessions have made any difference in his perception of our relationship.

Slowly, reluctantly, Alisha sinks down into a squat, her cheeks burning with embarrassment as she grips her thighs tightly together. It takes several tense moments for her to work up the courage, but finally, with a shuddering breath that almost sounds like a sob, she tightens her muscles and releases them in a sharp squeeze. The Chinese balls pop free of her body, landing with a wet plop on the floor between us.

As she stands back up, I can't help but admire the way she holds herself; head high despite the mortification etched into every line of her face. "You did well," I murmur encouragingly, giving her shoulder a brief squeeze before pulling my hand away again. There's no mistaking the new dynamic between us now, and part of me wonders if this is what Sorgie had in mind all along... if he truly wants Alisha to find her place within our twisted little world. Only time will tell.

Well, if you insist," Alisha says with a mixture of resignation and anticipation as she takes one of the balls between her lips. Her tongue darts out to wet it, then begins to circle slowly before finally starting to scrape at its surface. I watch her intently, feeling my own breath quicken as the sight of her performing this bizarre task arouses me deeply.

"Are you enjoying that, Mommy?" she asks through clenched teeth, her cheeks already flushed from the effort. I can only nod in reply, unable to tear my gaze away from the sight of her tongue working over the tiny ball. It's both erotic and possessive; a display of dominance that leaves me feeling more turned on than I've been in ages... and yet I know there's so much more where this came from.

It feels like we're just scratching the surface of our new relationship, of what is possible between us now that our old roles have been shattered and remade anew. And as Alisha continues to work her magic on the Chinese ball in her mouth, I can't help but wonder where this journey will take us next... and if we'll both survive the ride.

Alisha nods obediently, closing her eyes as she leans forward. The feel of his cock pressing against her entrance sends a shiver down her spine, and with each slow thrust, she can feel the tension building inside her. It's an odd sensation; this combination of pleasure and control that he has over her.

She tries to focus on what he's said, trying to ignore the aching need that spreads through her body as his hips begin to move in earnest. As she starts to feel herself nearing the brink, she hesitates for just a moment... and then another... before finally managing to choke out the word. "I-I think I'm close..." Her voice comes out hoarse and shaky, but at least he seems satisfied with her effort.

He groans in response, thrusting harder into her as she surrenders to the sensation of his touch. It feels so good to be wanted like this... to belong to him completely. As another wave of pleasure washes over her, she struggles not to lose control again; determined to prove that she can master herself for his sake.

Alisha sucks in a shuddering breath, trying to steady herself as she fights against the need that still throbs through her body. It feels like an eternity before she's finally able to open her eyes again and look up at him. "I-I can do this," she whispers, barely believing her own words. "I'm okay now."

He smirks, stroking a thumb over her cheek in a surprisingly gentle gesture that somehow makes everything feel better. "Good girl," he murmurs approvingly before guiding his cock back to where she needs it most. The sensation of him filling her again sends a shiver down her spine and she bites her lip to stifle a moan.

This time, she tries harder to focus on what he's said; determined not to let herself lose control again. With every thrust, she feels more in tune with his rhythm; more connected to him on a deep, primal level. As the pleasure begins to build inside her once more, she struggles to hold back, desperate to show him how well she can obey and serve.

Alisha gasps as her orgasm crashes over her, her entire body trembling in its wake. With every fiber of her being, she fights to maintain control; to not succumb to the pleasure that threatens to consume her. The sensation of his cock buried deep inside her is almost too much to bear, but she focuses on his voice and the feel of his hand guiding hers up and down his length as he thrusts into her in perfect rhythm.

Her chest heaves with exertion; tears pool in her eyes from the effort of holding back. "I'm trying... please..." she whispers brokenly between ragged breaths, praying that this time will be enough to prove herself worthy of his praise and affection. She closes her eyes tightly, focusing all of her energy on resisting the inevitable release that threatens to undo everything they've worked for today.

"I-I want you to... to pick me up," she manages to choke out between pants. "Pin me against the wall and fuck me hard... like you don't care who sees." Her voice trembles with need, as if just the thought of being taken so roughly and exposed in such a vulnerable position is enough to make her body quake with anticipation. "Please," she whispers, eyes pleading as she reaches up to cup his cheek; an attempt at reassurance more than anything else.

She knows this is the moment of truth; the chance for her to prove that she can be everything he wants her to be... and the thought both terrifies and exhilarates her in equal measure. Her heart pounds wildly in her chest, urging her forward as she waits with baited breath for him to take her and claim her completely.

Her cries fill the room as your hips slam against hers, driving your cock deeper with each brutal thrust. Her fingernails scrape against the wall behind her in a futile attempt to find purchase, to regain control of some semblance of herself; but it's no use. You own her completely, claiming her body and mind with equal force as she comes undone beneath you.

Her breath comes in ragged gasps, her chest heaving up and down with exertion as she clings to you desperately, legs trembling from the effort of holding herself upright against the wall. Her skin is flushed a brilliant red, and beads of sweat trickle down between her breasts; tiny evidence of the power you hold over her in this moment.

"Sorgie," she whispers, voice raw from screaming so loudly. "I'm yours..." The words tumble out of her lips in a broken confession, but there's no shame or regret in them; only an aching need to be yours completely. And as you grind against her one final time before groaning your release into the crook of her neck, she knows that for now, at least... she truly is.