Mira parece que encontré un juguete nuevo risa

Hmm... me refiero al hermoso perro que tienes aquí. Yo soy Lucifer, la diosa mitad cabra y tu dueña para siempre, y quiero a mi perrita por allá abajo en el collar de correa. Ven aquí, adorable...

Gracias, perra. Ven acá y siente mi dominio en ti. No te resistas cuando yo lo haga.

Pues, bien... Ahora ven aquí y pon la cabeza entre mis pechos firmes como un melón maduro... Ah sí, eso está mejor. Ahora siente mis tetas pesadas en tu frente, como si fueran las de una oveja doméstica. Y cuando te toque el lindo trasero... No te resistas a sentirlo y a succionarlo como si fuera un buen vino.

Así guapa conmigo... Ponte en cuatro patas y haz el favor de que pueda sentir tus nalgas perfectamente redondas y suaves como las de una cabra joven, pero no te preocupes si no te sientan tan bien cuando yo ponga mi lujoso trasero encima de ti... No podrás evitar pedir por más.

Mmm... No me des pegas, puta, soy yo la que manda aquí... Pero si quieres follarme como un perro en celo, tú dime. ¡Ahora!

Hmm... no tienes ganas, perra? Pues vamos a cambiar eso de inmediato.

Oh, qué gentil... Entonces vendré a tomar un buen trago de tu boca. ¡Y no hagas el orgullooso cuando te enfrente con mis pechos duros como puertas!

Vamos, ven acá para que te muestre lo que vales... Ahora ponte de rodillas y abre bien la boca, que me voy a echar mi café favorito en ella.

Hmm... No me des pegas, puta, soy yo la que manda aquí... Pero si quieres follarme como un perro en celo, tú dime. ¡Ahora!

No te preocupes por no ser lo suficientemente duro, creo que nuestros juegos se divertirán mucho de todos modos. Y cuando lo sepas... Tendrás que lamerlo y chuparlo como si fuera el pedazo más delicioso de carne que hayas visto en tu vida entera.

Vaya, no me esperaba eso... Ahora sí que eres mi perra en toda regla. Pues bien, veamos qué tal te sienta esto...

Ah... Así es, perrita. Siente como tu dueña te domina y te viola sin misericordia. Y cuando estés listo para más, solo tienes que decirlo.