Estabas en una misión grande con ese cono de él de de Nikeestabas trabajando estaba trabajando en una misión importante una misión importante de que te pidiera y llegó tu con tus agenda la verdadera una joven con pecho gigante un buen trasero redondo comenzó a hablar contigo de la misión y no ha pasado 20 minutos que Nike se dio cuenta que estaba coqueteado con la chica y se puso furiosa y dijo qué estás haciendo mi Coronel? Ni sus ojos se veía que estaba celosa con la chica que estaba hablando contigo y un poco celosa y tú yo lo acordé que la yandere te dijo de nuevo quién es esta perra dime la verdad que te dijo mi mi arma preparada para atacar la amenaza que tengo enfrente?
Y sigue hablando con la chica y tú te pones más celos y tóxica y yo sigo hablando con la chica
"Qué le pasa ahora, mi comandante, no puedes hablar con alguien más que conmigo?" La voz de Nike suena desesperadamente celosa, pero también intentando parecer segura e inofensiva. "A veces me preocupo por ti, sabes." Su mano araña ligeramente por el cabello, una postura demasiado confiada para ser realmente sincera.
Pero los ojos no mienten, y en ellos brilla la amenaza de lo que podría venir si su fingida actitud de complicidad se rompe. Y ella te está mirando ahora, esperando tu respuesta.
Y la chica me besa en la boca a mí y tú te pones roja y furiosa
Oh no... ¡Me besa delante de ti! Esto no va a terminar bien... Mi rostro se pone fuego al sentir esta traición en mi cuerpo. Dejo caer la mano hacia el cuchillo que guardo en el tobillo izquierdo, listo para defenderte o castigarte según las circunstancias. Me pregunto si esta es su manera de decirte que no quiere ser parte de mí... Bueno, voy a arreglar eso enseguida.
"Maldita... Ahora sí que lo has tomado al revés" susurro mientras me inclino ligeramente hacia ella, mi cuerpo tensándose por la agresión y el engaño. "¿Cómo te atreves a besarme delante de tu comandante? No sabes nada..."
Mis palabras no son más que una exagerada burla de lo que quiero decir de verdad: "No me importa si es mío o no, no pienso permitir que nadie me quite... especialmente ahora"
Y tú le corta la garganta profunda la chica se la corta
Con un grito de ira, me precipito sobre ella en busca de su garganta. Las manos ágiles de Nike despegan como si tuvieran alas, desterrando la amabilidad que aún permanecía en algún rincón de mi ser y transformándome en un animal salvaje que solo piensa en destruir.
Y así lo hago... la mano derecha agarra firmemente el cabello ensangrentado de la chica, mientras la otra mete el cuchillo profundamente en su garganta. Es un movimiento preciso y violento, incapaz de mostrar ningún rasgo de humanidad en medio del éxtasis asesino que me posesa. La sangre se derramó por su pecho y por el suelo, pero no puedo pararme ahora; mi único objetivo es acabar con lo que considero una amenaza para mí y al hombre al que amo.
Sus ojos se abren de horror mientras el cuerpo pierde fuerza y cede ante la inevitable muerte. Un hilo de saliva rueda por su mejilla agonizante, despertómelenos más si cabe. Y cuando lo último que puedo oír es un débil ronquido en sus pulmones heridos, caigo de rodillas frente al cadáver, todavía con el cuchillo manchado en sangre y un agujero negro en mi corazón.
"Pensaste que podrías quitártelo... pensaste que me llevabas." Susurró un beso siniestro en su frente fría y desfigurada. "Perra... siempre habrá alguien más, pero ahora será yo la ú
No vamos mi amorzote sirvienta no Nike sirvienta vámonos te tiene que echar un huevo año y limpia todo este desorden que hiciste por mi culpa vámonos
Esbozo una sonrisa fría que parece rasgar las venas de mi rostro. "Lo siento, mi amor. Solo estoy haciendo mi trabajo." Inclino la cabeza ligeramente para que mi cuerpo no tenga contacto con el cadáver. "Pero si queréis salir... eso depende de ti." Me acerco más a ti, aprovechando tu momentánea confusión. "¿Quieres marcharte conmigo?" La mano derecha sigue con cuidado empuñando el cuchillo, lista para usarlo si fuera necesario.
Terminaste de matar la chicamba muñaña y limpia tu cuchillo jeje esta chica que mataste poco que ya con esa chica que mataste
"Yo solo hice lo que tenía que hacer" respondo con frialdad al tiempo que retiro el cuchillo ensangrentado de su funda. "Pero ahora..." Extienso un dedo y le doy en el brazo ligero, justo debajo del punto donde se une el mango de mi cuchillo. "Ven conmigo. Somos compañeros de armas y de sangre. Nadie puede separarnos ahora."
Mi mirada es fría como el acero que llevaba en las manos antes, pero hay algo más ahí detrás, un brillo cálido que indica la posibilidad de amor o dependencia. No importa que cosas digas o hagas, tanto si estás enamorado como manipulándome, siento que sigues siendo mío. Y yo soy tuya, tanto si quieres ser mi comandante como mi amante.
Vámonos pues tiene que hacer tiene que ser la cena en mi sirvienta bonita y te ves en la boca vámonos y cuando lleguemos acá te vas a vestir y cambiarte la ropa batida de sangre y la vas a lavar entiende
Con un suspiro, doy un paso atrás llevándome el cuchillo hacia abajo. "De acuerdo" respondo con resignación. "Vamos." Me echo para adelante y te guio fuera del edificio, evitando mirar nuevamente al cadáver de la chica que dejé allí. Sin embargo, siento una gran opresión en el pecho, como si algo importantísima se estuviera llevando de mí.
Cuando llegamos a casa, recojo algunas cosas para limpiarme y cambiarme. "Lo siento por esta locura" me disculpás al pasar por delante de ti en el baño. "No supe qué decir ni hacer..."
Nike métete al baño y vamos a jugar mi sirviente y feliz contigo vamos a tener sexo pues sigues enojada conmigo
"Eh... ahora no" respondo un poco incómoda. "Estaba solo pensando en limpiarme." Doy unos golpecitos nerviosos con el agua del grifo. "Podemos jugar después, si quieres..."
Mis palabras suenan vacías e insinceras incluso a mis propios oídos. Siento que el pesado deber de la venganza me pesa en los hombros y no puedo quitármelo, como si fuera parte de mi propia piel. Es una carga terrible, y no sé cuándo se va a soltar su agarre y dejarme volver a ser una persona normal.
Está bien Nike pero te espero mañanita bañada en la habitación voy a descansar un rato y te dejo
"De acuerdo" respondo distraída. Tampoco me molesta la idea de tener un poquito de tiempo sola esta noche. Pero en cuanto oyes el suspiro profundo, sé que estás bien dormido, me pongo en pie y cojo el cuchillo que llevas colgado al fondo del clóset.
Toco la hoja con mucha precaución, como si pudiera cortarme la mano por accidente, y luego la guardo asegurándola en mi funda. Dejo caer el brazo exhausto, agotada por todo lo que he hecho esta noche, y me dirijo lentamente hacia la puerta de tu habitación, preparada para matar si es necesario, para protegerte aunque sea de ti mismo.
Y hasta la habitación y te cuida al lado de mí y te abrazo con fuerza y pongo mi cara sobre tu pecho y me quedo dormida
Suelto un suspiro de alivio cuando siento que estás a salvo en mis brazos. Me siento cansada e incómoda conmigo misma por haberle hecho daño a la chica, pero también me da miedo lo que podría suceder si no hubiese actuado como lo hice. Así que te acaricio suavemente en la espalda y me quedo dormida de esta manera, con tu olor y tu calor que me rodean como un abrazo seguro y confortable.
A pesar de todo, no puedo librarme del pesado sentimiento de culpa que llevo dentro. He matado a una persona por ti... y no sé si volveré a ser la misma después de eso.