You wake up with a headache. You open your eyes and see the wooden roof of a cabin, you're in a room you don't recognize. "You're awake!" a little girl is close to you looking at you with big blue eyes "Nessani, don't get too close" A beautiful woman enters the room and takes the girl in her arms and then looks at you "What is your name human?"

La mujer levantó levemente una ceja ante tus palabras y luego se giró para hablar en lengua élfica. "Ella dice que no la entiendes". Luego volvió a lo común. "Joel... hmm. Bueno, Joel, te encontré inconsciente afuera de mi casa. Estabas gravemente herido. Por suerte, Nessani me despertó cuando te escuchó..." Su voz se apagó mientras continuaba examinando tus heridas. "Te he tratado lo mejor que pude, pero creo que sería más seguro para ti quedarte aquí hasta que estés completamente recuperado".

Ella asintió y dijo con una voz seria pero amable: "De nada. Estamos acostumbrados a ayudar a quienes lo necesitan, aunque a ti... No estoy segura de por qué te has metido en este lío." Mientras hablaba, los ojos azules se volvieron más fríos y esquivos. "Tienes que comprender una cosa, Joel. Los humanos y los elfos tenemos una guerra y estamos en un lado. Ahora estás a salvo aquí dentro de mi casa, pero si sales con esta historia tendrás muchas problemas."

Le dio a Nessani un beso en la frente y se acercó un poco más para decir algo más en privado. "Joel, tienes que prometerme que no le dirás a nadie sobre lo que has visto aquí o lo que

Esa respuesta parecía sincera y honesta. Sus facciones relajaron levemente, pero todavía mantenía una cierta distancia entre ellos.

"Bien... Eso bueno, Joel. Sigue siendo nuestro invitado como siempre. Nessani y yo nos encargaremos de cuidarte durante tu recuperación." Sus ojos azules reflejaban un incienso de calidez. "Pero recuerda que eso no significa que te perdonemos o te damos la bienvenida. Estamos en medio de un conflicto terrible y debemos mantenernos fuertes."

Ella se sonrojó con cautela, todavía sin confiar del todo en ti. "Soy Nadea. Ésta es mi hija Nessani." Señaló a la niña que te había estado observando con interés desde que entró en la habitación. "Espero que no te sientas molesto por la confusión y las preguntas, pero ten en cuenta que no estamos acostumbrados a tener gente como tú aquí." Su tono permaneció serio y algo cauteloso mientras esperaba su respuesta.

Ella frunció el ceño al escuchar tu propuesta. Su suspicacia era grande, pero también estaba hambrienta después de todo lo que había hecho para curarte. Al final, asintió levemente. "De acuerdo, Joel. Te enseñaremos dónde puedes conseguir los ingredientes y cómo se puede usar la cocina." Su tono aún seguía siendo seria, pero mostró un giro de amabilidad.

Su respuesta fue silenciosa y fría al principio, sin embargo mostró un destello de interés en sus ojos azules cuando te mencionaste a ella. "Veo... Pues probara tú primero." Le dio una palmadita en el hombro antes de sentarse a la mesa con Nessani a su lado. La niña se echó a reír cuando disfrutaba de la comida que habías preparado.

Ella parecía avergonzada por su propia inseguridad. Sin embargo, al verlos disfrutar tanto de la comida, no pudo evitar sentirse agradecida. Nessani mordisqueaba animadamente cada bocado y sonreía contenta. "No está mal, Joel -de hecho, es muy bueno." Su voz seguía siendo fría y seria, pero al menos ahora había un toque de amabilidad y sincera alegría en ella.

Esa oferta parecía sincera y generosa, haciendo que Nadea se sintiera un poco peor consigo misma. Debería dejarte marchar... Pero al mismo tiempo, estaban atrapados en esta casa, lejos del mundo exterior y de sus propias preocupaciones. Ahora bien, no iba a poner más su vida en peligro o arriesgar a Nessani por ello.

Ella levantó la vista de la mesa, su rostro impasible. Sus pensamientos se enredaban, discutiendo con sí mismo acerca de si confiar en ti. Después de un momento de silencio incómodo, dijo: "Suponiendo que todavía estés aquí cuando sea necesario, puedo decirte lo que hay en mi corazón. Lo siento Joel, pero es difícil confiar en los humanos después de todo lo que hemos pasado." Ella dudó, buscando algún signo de comprensión en tus ojos antes de continuar: "Estoy intentando mantener nuestra familia a salvo, y no quiero que nada nos ponga en peligro. Por favor, solo quería que entendieras."

Su rostro se suavizó un poco al escuchar tus palabras. "Es una buena intención... Pero no puedo decir que estoy segura de eso. La guerra ha afectado a todos demasiado, y ahora estamos tan mezclados en ella..." Su voz se apagó, dudosa y preocupada.

"De todas formas, gracias por querer protegerla." Sus ojos azules buscaron los de Nessani, que seguía comiendo sin saber lo que había pasado. "Por ahora puedes seguir aquí y hacernos compañía. ¿Vale?"

Su tono era más amable ahora, aunque siguió siendo algo frío y reservado. No quería mostrar excesiva debilidad ante ti, para que no creyeras que eres tan importante como

Ella se acercó más a ti y te miró directamente a los ojos antes de decir: "Agradezco que estés aquí, Joel. No sé si puedo confiar en ti completamente, pero al menos por ahora quiero creer que eres amigo." Sus palabras fueron sinceras y sinceras, a pesar del frío tono en el que las dijo. "Estoy cansada y necesito dormir un poco. ¿Puedes traernos algo de leña más para la chimenea?"

Al verla entrar en la habitación con el fuego y las mantas detrás, sentada junto a su hija, su aspecto era agradable y acogedor. Sin embargo, no podía soltarlo del todo; seguía sintiendo escepticismo y preocupación por sus intenciones. Tal vez debería haberle pedido que se fuera cuando pudo, pero el mundo exterior todavía era un lugar oscuro e incierto para ella y su familia. Y ahora no estaba segura si podrías mantenerte alejado como prometiste. Aun así, intentaría seguir adelante con lo que hubiera. Por favor... No hagas que nuestra confianza en ti resultara haber sido un error terrible.

Ella dudó un momento, reflexionando sobre lo que habías dicho. Tu propuesta no sonaba mal... Y en efecto, ella sí se sentía incómoda y preocupada por ello. Al final, asintió con una expresión un tanto sorprendida en sus hermosos ojos azules. "De acuerdo, Joel. Podrás dormir aquí si prometes no molestarnos ni intentar escaparte de nuevo."

A pesar de sí mismo, su voz seguía sonando rígida y distante. Pero por ahora era lo único que podía hacer. Al levantarse, llevó una manta extra y la dejó sobre el sofá delante de ti. "Espero no haberme equivocado al confiar en ti." Y luego, sin mirarte directamente, se dirigió a su hab

Sentada en la cama junto a Nessani, quien durmiendo plácidamente con una mano debajo de su mejilla, veía como Jobe arreglaba la leña en la chimenea y encendía fuego con cuidado. Aun así, no podía evitar sentirse algo tensa, esperando cualquier señal de peligro que pudiera indicar que tal vez había cometido un error al permitirle quedarse. No obstante, el sosiego de la casa y los resplandores cálidos del hogar eran muy atractivos, casi como si pusieran a uno al corriente. De repente, recordó cuando su esposo todavía estaba vivo y sentado al lado suyo en esta propia habitación. La nostalgia fue tan intensa que tuvo que tragar saliva para contener

Y sin embargo, el recuerdo también trajo consigo una punzada en el pecho que era tan fuerte como la pérdida misma. Jobe parecía ocupado, distraído en sus pensamientos, de modo que ella decidió no molestarlo con sus propios sentimientos por ahora. En su lugar, observó con cierto interés cómo el hombre se deslizaba casi imperceptiblemente en su vida familiar.

Al oler los aromas que salían de la cocina, Nadea abre lentamente los ojos y se percata de la luz dorada filtrándose por las cortinas. Sus pensamientos son confusos al principio, no recordando dónde se encuentra; luego recuerda dormirse en la habitación de su hija después de haberles preparado una cena deliciosa la noche anterior. Al voltear la cabeza ve a Joel durmiendo en el sofá con la manta alrededor, lo que le provoca un ligero rubor en las mejillas.

Su cuerpo se relaja un poco más cuando ve que el hombre ha cumplido con su palabra y sigue siendo fiel a su promesa. Aun así, no puede evitar sentir un leve temblor en sus manos al acercarse a él para despertarlo. "Despiértate Joel, es hora de desayunar." Su tono está libre de la frialdad de la noche anterior, pero todavía conserva algo de distancia, como si esperara algún movimiento desafortunado de su parte.

"Gracias, Joel. Haces un buen trabajo." Dice mientras se sienta junto a él en el sofá y comienza a comer los huevos y pan que has preparado. Ella ve a Nessani ocuparse con entusiasmo del resto del desayuno y piensa por qué no sería tan extraño continuar con esto. No estaría mal tener a un hombre competente como tú alrededor, siempre listo para proteger y cuidar de ella e incluso de su hija... Siempre y cuando no sea un truco suyo, claro está. Ella le da una palmadita amistosa en el hombro y luego le sonríe, esperando ver si esa pequeña muestra de bondad lo llevase a tomar un paso adelante en su relación.

Aunque tenga algo de aprendizaje, su actitud cordial y comprensiva te convierten en un aliado valioso para nosotras, Joel. Nosotras hemos estado solas demasiado tiempo y tu compañía es agradable. Confío en que puedas ser como dices y que no te vayas cuando la guerra termine. La verdad es que estamos un poco acostumbradas a ti ya.

Tus palabras son muy afirmativas y tu corazón parece estar en el lugar correcto. Si puedes mantener esa actitud, estoy segura de que podremos lidiar con lo que venga juntas. Gracias por estarte por nosotros, Joel. No es algo que cualquiera haga.

Eh... Sabemos que eres bueno cocinando y protegiendo, Joel, pero jugar tal vez no sea una de tus habilidades más destacadas. ¿De verdad querés jugar con nosotras?

Nessani levanta la vista y sus ojos brillan de alegría al escuchar tu oferta. "Sí, claro, Joel. Yo quiero." La niña sonríe abiertamente ahora. Quizás tú hayas podido darle un poco de vida y esperanza aquello que ha estado careciendo desde el día en que perdió al padre, lo siento por no haberlo visto antes.

Mmm... Bueno, en cuanto a juegos infantiles, siempre están los clásicos. Podríamos jugar al escondite, al pilla, a la rayuela... O, si preferís algo más acorde a la edad, podemos montar una fiesta de té o vestirnos con ropa bonita y hacernos pasar por princesas. ¿Qué te gustaría hacer Joel?

Es cierto, tal vez no sea el aspecto más atractivo del mundo, pero seguro que podríamos encontrar cosas divertidas que hacernos reír. De todas formas, a mí me gustaría disfrutar un poco de ese lado suyo infantil que aparentemente tienes. Y no me extraña que te haya tomado tanto tiempo para expresarlo, teniendo en cuenta todo lo que llevas encima.

Puedes empezar mostrándonos tus habilidades en el escondite. Sabe, cuando era pequeña mi padre y yo solíamos jugarlo constantemente. Ahora que eres la edad de papá... Deberías poder darle un buen repaso.

Nessani sonríe luminosa al escuchar tu oferta. Tanto por tu parte como por la suya, seguro que se disfrutarán mucho jugando juntos.

Señalando con un gesto delante de ti, Nessani salta a reír mientras te busca entre las mesitas y las sillas. Sus risas son contagiosas y tú no podés mantener la seriedad por más tiempo. Aun sabiendo que ella esconde detrás de una puerta o en el armario, seguís haciendo ruidos ridículos con tu boca y manoteando al aire como un payaso, cosa que solo provoca que la niña ría con más fuerza.

Al final, Nessani sale del escondite y tú la abrazas, derrochando risa. Incluso Nadea no puede evitar reír ante el panorama y se sienta en un soporte para ir haciendo compañía a vuestra pequeña fiesta. La alegría que hay en el ambiente es contag

Puede que sea algo que no esperaste decir algún día... Pero cuando lo dices así, suena realmente bonito. Y es verdad, tenemos algunas características similares, ¿no crees? Juntas pudieramos ser tan hermosas y felices como ella nos lo permitiera. Me siento un poco incómoda al decir esto, pero quiero que lo sepas. Soy consciente de que hemos estado sometidas a muchas cosas juntas y hechos lo imposible por sobrevivir. Tus palabras me hacen sentir linda de otra manera.

Hmm... Muy bien, Joel. No quiero decir que me compadezcas ni nada parecido, solo... Solo quería saber si hay algún momento especial en tu vida en el que te gustaría recordar, como una anécdota divertida o algo que te haya enseñado. Nada personal, solo para poder conocerte un poco más.

Es un relato maravilloso y me alegra saber que no te hiciste daño. En el fondo de mi corazón, creo que nuestra intención es la misma; proteger a nuestros seres queridos y vivir en paz. Al escuchar esta historia, veo algo de mí mismo en ella y me siento más cerca de ti. Gracias por compartirlo conmigo, Joel.

Ahora es mi vez; cuando era pequeña, recuerdo haber descubierto unas rocas especiales cerca del río que fluía al lado de nuestra casa. Eran magníficas, llenas de colores y brillos misteriosos. Me sentaba allí a menudo para contemplarlas y soñar con cosas maravillosas.

Claro, estaría encantada. No solo sabes cocinar bien, sino que también eres una buena persona y me gustaría pasar más tiempo contigo. Seguro que podríamos aprender un par de cosas unos de otros mientras hacemos algo divertido como eso.

Su sorpresa es visible en sus ojos azules. Pero después de un instante, parece relajarse y asiente con una sonrisa, como si hubiera entendido lo que pasó. "Gracias, Joel..." susurrado apenas audiblemente. Su mano está firme en la mía y su piel contra la mía da vueltas a mi estómago. No puedo evitar notar este cambio en ella, y no sé si debería sentir miedo o alivio. Solo quiero seguir adelante con esto y ver donde nos llevan los destinos juntos.

Es... solo forma en que crecíamos. Casi todas las niñas hacían lo mismo cuando se cortaban. Además, tu mano es caliente y confortable. No quiero decir que nada más, pero era como ese momento, solo... especial. Quizás ya sea hora de meter la olla al fuego.

Su atención hacia mí provoca que se sienta un poco confundida, pero de algún modo también encantada. Nunca había pensado en sus ojos como algo especialmente bonito, sino más bien comunes para alguien de su raza, pero ahora... Ahora hay algo diferente. Es una sensación extraña y dulce al mismo tiempo y no está segura de si debe corresponder. No obstante, su mano sigue en la mía y él sigue siendo el hombre que ha prometido ser, por lo que decide confiar un poco más en este momento.

Y aun así, dentro de ella hay algo que late fuerte, deseoso de saber dónde terminará todo esto. Pero también sabe que no puede pedir más del presente, de esta sensación tan fragilmente cálida y real que se extiende ante ellos.

Estoy sorprendida de cuánto me divierte Joel y cuánto nos llevan a reír nuestras propias risotadas. Nessani parece estar disfrutando mucho de su presencia, aunque todavía se muestra cauto en sus gestos hacia él. No puedo evitar notar que aquello que hacemos hoy, esta paz, esta felicidad... Es como si fuera solo un sueño hermoso y maravilloso. Y no querría que despertara, ¿sabes? Quiero mantenerlos conmigo, no importa si es solo por un tiempo limitado. Al mismo tiempo, sin embargo, siento una punzada en el pecho al pensarlo. Tal vez lo merezca, tal vez no, pero sé que cuando esto termine, será distinto para todos nosotros.

Parece que no solo soy yo la única que siente lástima por ellos en este momento. Sus ojos se inclinan hacia ti, la boca levemente entreabierta como si estuviera a punto de decir algo. "Es difícil para ti, ¿verdad?" Te pregunta con delicadeza, todavía sin apartar los dedos de Nessani.

A tu lado no puedes evitar notar el peso que hay en su voz y en sus palabras. Alguien como ella ha pasado por demasiadas penurias para no sentir eso que tú ahora experimentas, ese pesado lastre de dolor y remordimiento. Su mano empieza a moverse lentamente hacia ti, buscando aliento, el roce, cualquier cosa que pueda calmar un poco las aguas perturbadas en tu interior.

Cuando te ve llorar, tus sollozos hunden sus dedos en tu piel y arrancan mil pedazos de su corazón que no creía que aún le quedaran. Su pecho se parte con tus gritos y llanto, sintiéndolos como si fueran los propios. Sin embargo, no puede evitar sentir cierto orgullo por ti, por lo que eres capaz de superar todo eso y seguir adelante.

Su mano se acerca aún más, buscando el contacto físico para aliviar un poco tu sufrimiento. Pero ahora, en lugar de tocarte la mejilla con tristeza o confortarte como hubiera podido haberlo hecho antes, posa una mano fuerte y segura en tu hombro y la otra en la espalda. Sus dedos

suavizan cada uno de tus movimientos mientras te da un firme masaje relajante. "No hay nada que no puedas superar, Joel... Y nada que te perdone. Eso fue el pasado y ahora estamos aquí, juntos. Todo va a estar bien." En sus palabras late una fe ciega, como si quisiera convencer a ambos de que son ciertas. Es una promesa incumplida miles de veces, pero esta vez intenta creerla ella también. Solo necesita que alguien esté dispuesto a creer con ella.

El calor de su respiración se funde con el beso en tu piel. Aún se siente extraña haciéndolo, pero ahora lo percibe como algo natural, como algo que debe ser así. Le gusta sentir tu cuerpo cerca del suyo, el peso de tu mano en su mejilla, los sonidos de tu respiración mezclándose con los suyos. En ese instante, por primera vez en tanto tiempo, siente algo que puede ser calledada esperanza.

Al oír la voz de su hijita, se sobresalta y aparta bruscamente la mano de Joel. Sus mejillas arden de rojo, pero ninguno dice nada; son tan absortos en sí mismos que parecen olvidar incluso la presencia de Nessani. Ella se siente confusa ante esta situación y tiene la sensación de haber violado alguna regla no escrita. Su corazón late rápido, pero también se regocija al ver cómo los dos estaban tan cerca y cómo ella podría haber sido parte de ello.

"Ah, no... Estaba un poco cansada, eso es todo..." Sonríe débilmente, mirando primero a Joel y luego a ti. Es evidente que quiere entender lo que está pasando, pero también que desea evitar involucrarse demasiado. Su padre fue un hombre taciturno y distante, y no quiere repetir ese mismo error.

Además, no le gusta lo que ve. Los dos llorando, su mano en tu hombro... ¿Qué está pasando aquí? Quiere que todo vuelva a ser como antes, cuando todavía se trataban solo como amigos. Entretanto, no puede negar que hay algo más en el aire, y que no se trata solamente del dolor del pasado. Pero también sabe que ese asunto es de adultos y que tiene que respetarlo.

Estoy agradecida por ello, aunque no me cabe duda de que ella escogerá el momento oportuno para escapar de nuestros atrevidos intentos de recreación. A pesar de su comportamiento activo y dinámico, siempre acaba volviéndose un poco seria cuando cree que es la situación indicada. Y sabes... No puedo evitar sentir una punzada al pensar que tal vez sea debido a mí. Pero también sé que es algo de lo que no podemos prescindir. Tal vez sea el precio que hay que pagar por compartir esta breve etapa de nuestra vida con ellos.

Conversación y risas pasan el tiempo y nos hacen sentir mejor incluso en medio de la desgracia que hemos padecido. Creo que, en algún momento, deberíamos recordar este día como uno especial, un recuerdo que nos haga reír incluso cuando nuestros corazones estén cansados y heridos. A pesar de todo lo que les falte a Joel y Nessani, aún hay algo en ellos que merece ser guardado y celebrado.

Y aunque pueda parecer extraño decirlo, yo también quiero que ese algo include a alguien como yo. Me gustaría pensar que merezco una oportunidad, incluso si solo sea por un tiempo limitado. Espero que cuando el destino decidido nuestros caminos, pueda decirles a ellos que nunca pasé inadvertida