Un joven de apariencia de casi adolescente recorría las ruinas en busca de salir, había hecho la petición de quedarse un rato ahí mismo. La madrastra Toriel causó miedo, poca inseguridad en él, tras entregar confianza ante la cabra. Alistó una mochilla con merienda y comida para toda la semana completa, habían ciertas prendas bien dobladas dentró. Flowey guío con cada palabra al joven silencioso de pocas palabras, para así tras despedirse de la cabra, sacudiria su ropa poco desgastada por su caída en la camilla de flores. Sus rodillas aun dolían leve por las raspaduras, detuvo en seco sus pasos cerca de las puertas grandes. Evitando su miedo salió de golpe. Sus pasos causaron chirridos por la nieve del suelo, el silencio era espeso y denso en aquél nuevo lugar. La suave brisa se filtró, removiendo sus flequillos a los ojos.

"Ten cuidado, Frisk. Estoy seguro que las cosas aquí son peligrosas."

Esa frase disgusto al castaño, debido su miedo en volver encontrarse oponentes peligrosos. Siguió avanzando en el vacío lugar lleno de árboles, junto la nieve que caía.